Estudio de prefactibilidad de una linea de asesoría normativa en moneda extranjera y procedimientos cambiarios para la micro, pequeñas y medianas empresas

Abstract

Asesorar es la acción y efecto asesorarse. Este verbo hace referencia a dar o recibir consejo. La noción de asesoramiento está vinculada a la de consultoría ya que, justamente, el latín consultus significa “asesorar” este verbo o palabra como se le quiera llamar, es de vital importancia en la vida de millones de seres humanos, pues como diría el refrán de las mamás “nadie nace aprendido” y aunque hoy en día son muchas las herramientas a nuestro alrededor para desenvolvernos en las diferentes situaciones que nos plantea el diario vivir, en algunos casos no sabemos cómo usarlas, como desarrollarlas o como ponerlas a nuestro favor. Por este tipo de circunstancias hay personas que decidieron hacerse especialistas en temas determinados para brindar asesoría y consejo a infinidad de personas sobre su área de experiencia, lo cual ha facilitado el mundo de las negociaciones y ha hecho más eficaces y eficientes los procesos dentro de las compañías. En la actualidad, existen numerosas empresas de asesoría también conocidas como consultoras, que brindan servicios profesionales gracias a sus instituciones formadas por especialistas. Las consultoras suelen ofrecer asesoramiento en áreas como calidad, comunicación, contabilidad, gerencia, marketing y recursos humanos. Pero ¿y donde se queda el motor de las negociaciones mundiales? El comercio internacional, hoy considerado de vital importancia en el campo comercial. Pero surgen entonces varias interrogantes: ¿conocemos nuestra reglamentación aduanera?, ¿conocemos nuestra reglamentación cambiaria?, ¿conocemos el régimen sancionatorio aduanero y cambiario?, ¿conocemos los entes reguladores aduaneros y cambiarios?, ¿contamos con personal experto para la tramitologia de nuestras operaciones internacionales? En muchos casos la respuesta humilde es no, no, no, en otros casos la respuesta más soberbia es “sí”. Pero la realidad nos pinta un panorama muy distinto, la gran mayoría de nuestras pymes no siempre cuentan con el personal adecuado dentro de sus compañías para desarrollar las operaciones en moneda extranjera. Este tema es el que quiero abordar, los importadores y exportadores cuentan para enfrentar el régimen aduanero con agencias de aduanas “Según el decreto 2883 de 2008 las agencias de aduanas son según la DIAN “ Personas jurídicas autorizadas por la DIAN para ejercer el agenciamiento aduanero, actividad auxiliar de la función pública aduanera de naturaleza mercantil y de servicio, orientada a garantizar que los usuarios de comercio exterior que utilicen sus servicios cumplan con las normas legales existentes en materia de importación, exportación y tránsito aduanero y cualquier operación o procedimiento aduanero inherente a dichas actividades y su función principal es actuar como colaboradores ante las tienen autoridades aduaneras en el cumplimiento de las normas legales relacionadas con los procedimientos aduaneros y las actividades de comercio exterior”. Pero con respecto al régimen cambiario ¿cuál es la agencia cambiaria que brinda asesoría y presta servicio de representación?, la respuesta es simple, no hay un ente diseñado para

asesorar a las empresas en cuanto a tramitologia, normatividad legal y sancionatoria cambiaria. Mas que una asesoría para evitar sanciones de tipo monetario y evitar un proceso dispendioso ante las entidades de control, considero que las empresas quisieran contar con un aliado en servicio y calidad a su alcance, y ese aliado podría ser una posible solución a la necesidad de las pymes de tramitar sus operaciones de obligatoria canalización y mercado libre a tiempo, evitando la perdida de contratos y negociaciones establecidas y concretas por el incumplimiento en el pago de un anticipo u obligación, lo cual evitaría a su vez la pérdida de confianza por parte de proveedores, intereses de mora por parte de entidades financieras del exterior o intermediarios del mercado cambiario, un aliado que los ayude a sortear las situaciones en las cuales no se conoce la normatividad y no se sabe porque canal cambiario canalizar las operaciones, evitar demoras en la presentación de documentos ante los IMC y gestiones de operaciones ante los mismos por errores en el diligenciamiento de formularios. El tamaño del segmento del mercado es amplio para comenzar a nivel regional 854 empresas de una base de datos de la Cámara de Comercio de Medellín de 2010, se filtraron empresa con más de 10 empleados y menor a 500, que realizaran operaciones de moneda extranjera y obligatoria canalización y será nuestro norte llegar a ellas.

Además nuestro formato de empresa (call center) nos da la posibilidad de no incurrir en costos de distribución que hacen nuestro servicio competitivo, no solo busca beneficiar a los inversionistas creando empresa, también busca brindar a los recién egresados de carreras técnicas y tecnológicas en comercio internacional para que encuentren en ACEL (Asesores Cambiarios en Línea) su primera oportunidad de empleo y toma de experiencia laboral para crecer y competir más adelante por un puesto o lugar en el mercado.

El análisis del mercado competidor nos muestra que es reducido, solo tenemos un competidor directo que es Bancolombia con el “centro de asesoría normativa en moneda extranjera”, que brinda asesoría gratuita a sus clientes en sus operaciones, y dos posibles competidores potenciales como son Davivienda con call comercios para sus clientes y proexport con Zeiky para usuarios.

El estudio financiero nos arroja como resultado que el proyecto sería rentable pues la tasa interna de retorno es del 268% adicional a la utilidad mínima estimada que se encuentra fijada en un 30% mostrándonos que podemos continuar estudiando ya no la prefactibilidad si no la factibilidad de una línea de asesoría normativa en moneda extranjera y procedimientos cambiarios para las micro, pequeñas y medianas empresas, inicialmente en Medellín y sus municipios aledaños como Envigado, Sabaneta, Bello, La Estrella, Caldas, San Cristóbal.